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Tenemos millones de posts estúpidos que nunca leerán.

La canción (click here)


Estoy enfermo. Me agarré un virus que anda en la vuelta, y ataca directamente el aparato digestivo. Ando con diarrea, vómitos y fiebre. Nada mal para un Domingo; al menos pasa algo distinto alguna vez.
Es irónico que este nuevo post este nuevamente relacionado con alguna de las fases de la digestión (o indigestión, en este caso); será que, justamente, lo que hace uno "posteando" es nada más ni nada menos que "vomitar", "eliminar", lo que uno tiene adentro y posee escasas formas y oportunidades de sacarlo.
No sé si mi "post" guarda alguna relación con todos estos temas; quizás mi cuadro clínico actual me incite a hablar de ciertas cosas que quizás normalmente no tocaría. No sé si les pasa a Uds., pero generalmente, cuando me encuentro enfermo, pero enfermo posta; en cama, termómetro al lado, botella con agua, remedios varios, pila de revistas interminable, lo que me sucede es un irrefrenable necesidad de hacer cosas.
Desgraciadamente, ya sea irrefrenable o no, yo tenía que hacer cosas, tenía obligaciones, tenía que terminar pendientes este Domingo, pero este bicho se me metió de un momento para otro en mi organismo y me liquidó en unas horas, incapacitado de mover un dedo (aunque el intestino no saben cómo lo movía...).

Recomiendo que entren al link que propongo en el título del post; se trata de un video animado de una canción de un grupo indie-folk inglés, muy recomendable para todas aquella personas sensibles y receptivas. Y poco recomendable para todos aquellos que buscan pornografía gratis por Internet.
Este link me lo pasó alguien al cual estoy eternamente agradecido por haber casi "confiado" en mi sensibilidad, sabiendo perfectamente que yo lo disfrutaría mucho.
La canción me entró directamente por las venas, quizás ayudada por una coyuntura especial en mi vida que me hace estar más abierto a este tipo de sensibilidades (¿"sensibilerías", "sensibilices", "sensiblezas",? naa....).
Y justo hoy, en el pico de mi convalecencia, cuando el organismo se rinde definitivamente al hecho de que está enfermo, y empiezan a sucederse todos los síntomas, y empiezan a desfilar los medicamentos por la boca, apelé nuevamente a esta "cancioncita del tractor", que escucho cada día; pero esta vez era diferente, porque mi cuerpo estaba deshecho, y por ende las cosas se perciben distinto.
Me puse a pensar entonces cómo uno recibe distintas cosas por distintas vías; y me sometí a tal expermiento (cual cobayo) de escuchar esta canción que me emociona mucho, mezclando a su vez, todos los chuchos, malestares, dolores de cabeza, arcadas, y demás parafernalias virales, y logrando una experiencia total, tanto emocional como corporal.
Bueno, no es para tanto. Fueron sólo los 4 minutos que puede llegar a durar esa canción (y me acuerdo que aparte en ese momento, me estaba tomando la fiebre); pero igual me basta para pensar que un solo ratito de esos, te puede salvar la vida. Que si hubiera más canciones cómo esa (que las hay, ¿eh?, no soy tan pesimista al respecto), el transcurrir diario se vería enormemente mejorado; y siempre tendrías a mano una canción ideal para cada momento ideal, que condimente cada momento de uno, que lo potencie, o que lo haga más llevadero, o que provea de fuerzas o ideas para llevar adelante ese momento trancado o indeciso que uno puede estar viviendo.
Hace unos días, comentaba con algunas personas, obedeciendo a un estado emocional particularmente delicado, cómo uno se encarga de encontrarle banda sonora a la vida; y de que a cada situación, o a cada sensación, uno puede revolver en su archivo musical personal, y encontrar la canción perfecta para ambientar ese momento.
Me veo a mí caminando por ahí, o asistiendo a alguna tarea o compromiso en particular; o hablando con alguien, tomando una cerveza, discutiendo o lamentándose, divirtiéndose o aburriéndose (y todo esto me lo imagino en Cinemascope), y entonces también me empiezo a imaginar la banda de sonido de todo eso; el tema para cada ocasión, los enganches, los estribillos, pequeños retazos de estrofas, o simplemente frases o palabras, que indican exactamente lo que uno está sintiendo.

O será que uno es tan estúpido, o incapacitado, y cómo uno no sabe bien qué es lo que siente, y no sabe como solucionarlo, busca entre sus cantautores favoritos algún indicio, alguna pista que te haga ver una solución, que te alimente la esperanza, o yo qué sé; capaz que todo lo contrario, que te haga bien mierda el corazón, y te confirme plenamente en tu depresión, en tu frustración.

Como siempre, no sé bien a qué iba con todo esto.
Por lo pronto, eso; visiten ese link, esperen que se cargue la canción (demora un ratito, no sean impacientes), y si por esas casualidades, sienten algo parecido a lo que estuve expresando, ¡cuéntenmelo!.

Entre todas estas horas de semi-conciencia contenida, malestar implacable, y caótica energía creadora, me enganché con una revista Vogue de modas; y mientras la ojeaba me vino a la cabeza cierto cuestionamiento, que se alimentó con otro artículo que había leído hace muchísimo en el semanario Brecha (Brecha mezclado con Vogue, ¿qué tal?, un verdadero impacto cultural, ¿eh?). El tópico resultante era la concepción de los valores juveniles y cómo se ha invertido la balanza en estas últimas décadas.
No voy a repetir ni transcribir ni describir qué decía cada una de estas revistas; lo que me cuestionó y cuestiona, era el hecho de que actualmente el valor más difundido y apreciado en el mundo, es el de la juventud. Cremas anti-arrugas, cirugías, liftings, liposucciones, colágeno por doquier, tinturas, championes, prendas de colores, broches, peinados, looks aniñados varios, música "liviana", comida rápida, bebidas gaseosas que te aseguran el éxito y la eterna juventud, avisos con atardeceres en playas colmadas de gente jóven y "linda". La lista es larga. Esos son los valores que nos venden por televisión; o en cada aviso de cada parada de ómnibus; y es a aquellos a donde todas las personas apuntan; ya sea los viejos, tratando de ser jóvenes, o los jóvenes, renegando de las ventajas de la vida "adulta" y tratando de "mantenerse" en la onda, en la moda, en la frescura, y los consiguientes beneficios sociales que ello acarrea.

Pienso:
el permanentemente inútil intento que hacemos todos por tratar de congelar el tiempo, no hace otra cosa que confirmar el paso de éste.

"En un rato, lo nuevo será viejo", dijo una persona amiga.
Es momento de tratar de hacer algo con nuestras vidas.


Es momento de tomarme un Perifar.
Por favor, alguien que me haga recordar que no debo escribir en este estado...

6 Comments:

  • At 11/22/2005 04:56:00 a.m., Anonymous Anónimo said…

    Está lindo el dibujito.
    Lamentablemente, por más que me esforzaba y me esforzaba en escuchar la canción, en mi cabeza sonaba la de "tengo un tractor amarillo..." y no me dejaba prestarle atención a la supuesta obra de arte a la que le hiciste tanta publicidad.
    Lo vi más de una vez (2) y a la segunda pude escuchar un pedacito que decía algo de que "mi papá es Bruce Lee" o algo parecido.
    Interesante. Parecía interesante.
    ¿Seré un insensible? Puede ser. Mi mamá me lo vive diciendo, cada vez que le digo que me importa tres carajos su receta especial para hacer zapallitos rellenos, los números que salieron en la tómbola y el parecido que encuentra entre el portero del edificio de enfrente y Neber Araújo.
    Perdoname, en serio, por no poder prestarle atención a la canción. El estribillo de "tengo un tractor amarillo" es más fuerte que yo. Se repetía, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
    ¿Me perdí de mucho, o lo interesante era la animación?
    Está lindo el dibujito. Ya te lo dije. Muy divertido el pendejito que movía la cabeza y cantaba, y encima a veces cantaba el viejo también. Muy entretenido.
    Y el loco que putea desde el auto de atrás... Jeje, ese estaba bueno. Me hizo acordar mucho a un tío mío: el tío Osvaldo. Un cascahuevos el tío Osvaldo. Los miércoles se levantaba temprano y se iba hasta la panadería para comprar 4 margaritas: 2 de dulce de leche y 2 de las que tienen la cosa amarilla esa. Cuando volvía a la casa le decía a mi tía: "vieja, traje 4 margaritas: 2 de dulce de leche y 2 de las que tienen la cosa amarilla esa", y mi tía le respondía: "¿lo quéeeee?", porque mi tía es medio sorda, bah, era, porque murió el año pasado, atragantada por una margarita; no me acuerdo si era una de las de dulce de leche o de las otras.
    Bueno: el tema es que mi tío Osvaldo no tenía un tractor, pero tenía un compilado hecho por una radio, que se llamaba "lo mejor del verano de nosequeaño" y el track número 5 era esa de "tengo un tractor amarillo". A mi tío Osvaldo no le gustaba esa canción. Siempre la salteaba cuando escuchaba el disco. Decía que subliminalmente te dejaba un mensaje comunsita, o algo así. Nunca entendí.

    Volviendo al tema:
    Lindo el dibujito. Avisá si tenés otro para recomendar; en lo posible alguno que tenga a un cartero dando vueltas por Colonia del Sacramento.


    Perdón. Son casi las 5 de la mañana. No soy consciente de lo que escribo.
    ¿Soy consciente a las 4 de la tarde? Mmmm,no sé. Mañana pruebo.

    Que te mejores, bo.
    Suerte con esa diarrea.

     
  • At 11/22/2005 02:37:00 p.m., Blogger vinilica vegana said…

    1_ Para revistas pateticas: vanityfair, la vi el otro dia por primera y ultima vez, son unas ... nose, 200 paginas... de las cuales 199 y media son minas desparramadas que forman parte de la publicidad de alguna cosa inaccesible, la media carilla que queda la usan entre el editor, las pelotudas cartas de los pelotudos lectores, (aunque no hay nada que leer no entiendo eso de "lectores"); algun pegote de alguna muestra q venia de regalo (claro que nunca estan cuando te llega la revista a las manos, aveces me pregunto si en realidad no viene solo el pegote, y el que la compra piensa que se la quedo el del kiosko y asi...)
    en definitiva 100% recomendable.

    2_Del tractor amarillo que decir... tipico tema para estar en pedo el 31 de noche, junto con otros grandes exitos como la rubia del avion, el de la canoa, y sopa de caracol... joder, ya tengo ganas de bailar.

    3_Sobre "La cancion click here" ... mmm se me ocurre tanto para decir y a la vez no me sale nada asique me guardo mi opinion, en todo caso a quien carajo le importa.

     
  • At 11/23/2005 07:02:00 p.m., Anonymous Anónimo said…

    La cosa amarilla arriba de la margarita pude ser:
    A) crema pastelera

    B)crema normal y corriente

    Me parece que ya te mejoraste.
    Yo que vos con este calor ni hubiera ido a laburar.

     
  • At 11/30/2005 11:58:00 a.m., Anonymous Anónimo said…

    Yo también a veces pienso en lo de la "juventud".
    Es raro.
    No tendría que ser que nos sintiéramos geniales cuando alguien nos pregunta la edad, le respondemos, y nos dicen que aparentamos muuuucho menos.
    Pero qué puedo hacer?
    No puedo controlar lo que los demás sienten o ven con respecto a mí. No puedo controlar el tiempo, ese paso del tiempo que vos decís.

    Siento sí que de este lado del mundo la valoración de la juventud y de todo lo relacionado a ella está media enferma. Y creo que no hay cultura del envejecimiento...ja! no sé cómo decirlo...

    Así que como nací de este lado y conozco donde vivo y con quiénes...tengo que desistir de enojarme por eso. Y nada más espero poder ser lo suficientemente inteligente para hacerme vieja sin problemas y sin traumas.
    No importa lo que los demás hagan ni digan.

     
  • At 12/15/2005 02:43:00 p.m., Blogger Unknown said…

    es verdá,
    tuve enfermo el otro fin de semana, y a través de mucha fiebre y dosis incalculables de perifares, concuerdo con vos, cuando peor te sentís más sentís la necesidad de hacer cosas. Será que uno avizora el final de su existencia y quiere hacer todo a la vez ? Claro, después cuando todo vuelve y uno se mejora sacamos el pie del acelerador y de vuelta a pensar una cosa a la vez.

    Sobre lo otro, también pienso parecido. Más que una necesidad es un modus vivendi, el querer ser otro, o sea dejamos de vivir las cosas como realmente deberíamos y hasta les perdemos el verdadero sabor, todo porque estamos distraídos queriendo ser otros.

    El encuentro, teñido de Clericó, es inminente. Gracias por el aguante.

    Te llamé un par de veces y no te encontré

     
  • At 3/24/2006 03:00:00 p.m., Blogger la Editorial said…

    Jajajajajajja! qué mal che..! No sabés! acá en Ushuaia TDF ese virus intervino a toda la ciudad!!
    Todo el mundo con diarrea y vómitos. MAL!
    çNos vemos!
    Santiago!

     

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